Los arquetipos de las Diosas de cada mujer

Este tema te ayudará mucho a identificar las etapas de tu vida y tomar como ejemplo las experiencias de estas Diosas para crearte un balance interno, por ello es que son arquetipos. Recordemos que el panteón griego ubica a sus deidades como seres humanos, con virtudes y defectos.

Para este tema me tomo la libertad de tomar fragmentos de textos que se me compartieron a mí en forma resumida.

Los arquetipos de las Diosas griegas

Según el diccionario la palabra arquetipo es un modelo original que sirve como pauta para imitarlo, reproducirlo o copiarlo, o prototipo ideal que sirve como ejemplo de perfección de algo. Los arquetipos son patrones que forman parte de nuestro inconsciente colectivo. Se trata de una pauta de comportamiento instintiva y automática que condiciona nuestra manera de pensar y de actuar.

Como seres humanos tenemos un inconsciente colectivo y uno individual, y muchas de las cosas que hacemos y pensamos vienen determinadas por ellos. Traer estas pautas a la luz de la conciencia nos ayuda a poder trascender estas reacciones predeterminadas.

En este sentido, es muy interesante trabajar los arquetipos de las Diosas Griegas, que son los de cada tipo de mujer, ya que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y nuestras tendencias, así como a las mujeres que nos rodean.

En esta situación hablamos de los arquetipos de las Diosas griegas en la mujer. Estos arquetipos pueden existir simultáneamente en cualquier mujer durante toda la vida, o pueden destacar como importantes en un estadio determinado de la vida. Sin embargo este tema no debemos tomarlo para justificar o ignorar situaciones psicológicas, recuerden que el acudir a un profesional es también un acto de amor propio y magia trasmutadora.

Los arquetipos de las Diosas está dividido en tres categorías: Las Diosas Vírgenes, Las Diosas Vulnerables y las Diosas Alquímicas.

Diosas Vírgenes

Por Diosas Vírgenes no hablamos de la virginidad física; la virginidad de la mitología griega representa a la personalidad inquebrantable de una mujer que no la mueve a necesitar ni a recibir la aprobación de alguien, el sexo y la compañía de un hombre le es irrelevante mas sin embargo no lo toma como un enemigo sino un cómplice cuando ella lo requiere.

Atenea, la Diosa de la guerra, la civilización, sabiduría, estrategia en combate, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad. Fue una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos. Se representa con un escudo y una lechuza, que simbolizan la estrategia y la sabiduría. Este arquetipo representa a la mujer mental, inteligente, astuta, de mente penetrante, buena consejera porque su juicio no está contaminado por las emociones, suele ser  muy práctica y está muy centrada en la realidad. Las mujeres con este perfil suelen ser líderes, serenas, buenas mediadoras, estrategas y saben convencer a los demás. Destaca por ser inteligente y práctica, y someter todos sus razonamientos a la lógica. También es conservadora y tiene tendencia a defender la tradición y las buenas costumbres. Evita a toda costa los excesos y las bajas pasiones, que le parecen deleznables. Y es que se siente más poderosa cuando observa la realidad y analiza objetivamente lo que está sucediendo.

Atenea permanece impermeable a los sentimientos, mientras observa, etiqueta y ana­liza lo que está ocurriendo y lo que hará a conti­nuación. Por eso, pierde la experiencia de estar plenamente en su cuerpo y no siente la fuerza completa de los instintos. Tener a Atenea activada nos ayuda a formu­lar y respetar nuestras prioridades para encami­narnos hacia objetivos realistas, alineados y no contradictorios, así como a poner límites claros a los demás. También nos guía en la definición de nuestro propio éxito en la vida.

Artemisa, es la diosa lunar de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad (concepto que ya describí anteriormente) y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. Con su arco se enfoca totalmente hacia donde ella quiere. Es persistente, sortea obstáculos, la rivalidad le estimula, es muy competitiva, muy natural y más bien salvaje. Para ella el sexo es indiferente porque lo que le motiva es el crecimiento personal. Pero no está enfocada ni en el dinero, ni en el poder, ni en el prestigio, sino en las causas perdidas. Le gusta sentirse autosuficiente y derrocha confianza en sí misma con una actitud libre y autónoma ante la vida. Además se siente muy cómoda en la naturaleza, llenando sus pulmones de aire puro y desconectando del mundanal ruido. Es una mujer activa, dinámica y les gusta mucho salir a la aventura. Además, está muy comprometida con las causas que le importan y siempre alzará la voz por defender a los más débiles. Artemisa es la personificación del espíritu femenino independiente, que hace que una mujer busque sus propias metas con coraje y guiada por su intuición, sin necesidad de la aprobación externa. Artemisa es el símbo­lo de la integridad, de la autosuficiencia y de la naturaleza salvaje de la mujer.

La mujer Artemisa está tan centrada en sus propios objetivos que no se da cuenta de los sentimientos de los demás. Por eso es importante que aprenda a escuchar para actuar en consecuencia. También debe prestar atención a su falta de empatía, ya que suele juz­gar las acciones de los demás en términos de blanco o negro. Por otro lado, necesita reconocer su parte joven, hermosa y confiada.

Hestia, Diosa del fuego y del hogar. Inventó el arte de construir, por lo que con ella finalizaban siempre las oraciones a los dioses. De ella dependía la felicidad conyugal y la armonía de la familia. Esta Diosa simboliza la esencia o el centro espiritual, la nutrición interior y se representa por el fuego sagrado. Es una mujer que se siente completa, íntegra, valiosa, sagrada por sí misma. Éste arquetipo da ese centro sereno, ese sentirse bien sin necesitar nada.

Una mujer que tiene a Hestia activada no está “apegada” a las personas, ni a los re­sultados, ni al poder, ni a las posesiones. No se identifica con lo externo sino que perma­nece serena sabiendo que ella es. Se siente completa tal como es. El cultivo de Hestia es la presencia. Aunque suele pasar inadvertida, ella es alguien fundamental.

La mujer Hestia ha aprendido a guardar sus sentimientos en el fondo de su alma y encuen­tra la paz en la meditación. No confundamos el “mirar hacia dentro” de esta diosa con la acti­tud de encerrarse en una misma y quedar atra­pada en las propias elucubraciones mentales. Esta actitud meditativa se halla presente en las actividades cotidianas. Hestia disfruta y se siente plenamente realizada llevando a cabo, con meticuloso cuidado, las tareas del hogar. Hestia también puede encon­trarse con ciertas dificultades psicológicas como la de mostrarse natural a la hora de enfrentarse a las relaciones sociales o laborales. Fuera de la seguridad de su hogar, Hestia no sabe adoptar poses ni hablar sobre temas insustanciales; co­mo carece de espíritu competitivo y ambición, no se siente valorada en un ambiente donde pri­ma, precisamente, la competencia. A veces, pa­ra paliar esta falta de expresividad emocional, acaba revelando demasiado de sí misma.

Diosas Vulnerables

Las diosas vulnerables muestran su necesidad de sentirse acompañadas. Están muy conectadas con su vulnerabilidad y les mueve el deseo de establecer relaciones. En el mito aparecen como víctimas y todas ellas conocen el sufrimiento. Estas diosas sufrieron cuando se rompió o deshonró una relación sentimental, experimentaron la impotencia y respondieron de una manera característica.

Hera, es la Diosa del matrimonio, de la mujer que ha pasado por engaños. Representada siempre con una corona como una de las Diosas principales del Olimpo, por una granada representando la sangre y el pavorreal. Se decía que ella creó el pavorreal para poner sus ojos en las plumas que se había como decoración en el Olimpo y con ellos espiar a su esposo Zeus de sus infidelidades.

Este arquetipo tiene facilidad para comprometerse y ser leal en una relación de pareja. Es una mujer que aspira al matrimonio. Para Hera el matrimonio es algo sagrado y no traicionará sus votos, ni siquiera cuando esa unión no le reporta la felicidad buscada. En caso de infidelidad conyugal Hera irracionalmente culpará siempre a la amante antes que al marido.

La mujer que solo tiene activada a Hera, sin la energía de otras diosas, puede adop­tar una actitud que encarcela a otros con sus ce­los, su ira, su dependencia, su renuncia a los de­seo; no obstante, Hera también proporciona la capacidad de vincularse, de ser leal, de atravesar dificultades con la pareja. Permite sentir y perder el miedo a ser vulnerables. Para neutralizar este arquetipo se imitando el impulso casi irreflexivo de tener pareja. Reflexionando sobre qué es mejor y qué expectativas se ponen, aceptando la pérdida, si la hay.

Deméter, madre de Perséfone, Diosa de la agricultura, las estaciones y las cosechas. En la mitología Hades secuestra a su hija, Perséfone y ella, como madre, sufre su ausencia creando el cambio de las estaciones de primavera a otoño.

El arquetipo de Deméter se dedica con devoción a su maternidad; es entregada y sacrificada con sus hijos y disfruta al máximo su crianza. Para Deméter, ser madre es el trabajo más importante de su vida, una misión sagrada. Es protectora y cariñosa, pero puede sufrir y sentirse desdichada una vez que sus hijos crecen y abandonan el hogar.

Deméter es un arquetipo muy asociado a la mujer, no solo como madre, también como creadora de em­presas, instituciones y causas. Es sólida y efi­caz, capaz de acoger, ayudar a crecer y proveer. La mujer Deméter puede pasar por ciertas dificultades psicológicas. Puede ser una madre absorbente que busca el reconoci­miento y la recompensa, por lo que se expone a la frustración. Se mostrará, entonces, posesiva, controladora y atrapada en la necesidad de sen­tirse indispensable, lo que le provocará una gran ansiedad ante la posibilidad de la pérdida.

Perséfone, la joven doncella reina del Inframundo y esposa de Hades. También se valora el hecho de que Hades y Perséfone constituyeron uno de los matrimonios más estables y felices dentro del Panteón griego, con relativamente pocas infidelidades por parte de, y el hecho de que Perséfone gobernase el Inframundo en pie de igualdad con Hades, a diferencia del rol de consortes que Hera y Anfitrite tenían como esposas de Zeus y Poseidón. (Conoce el mito completo dando click AQUÍ)

Este arquetipo personifica a las mujeres de presencia infantil, dulces, tiernas, frágiles. No tiene una personalidad marcada y propia, por lo que es insegura y complaciente, hasta tal punto que es capaz de adaptarse totalmente a su pareja, adoptando los rasgos de ésta. A la vez, no se llega a comprometer con nadie. No sabe quién es, no tienen una autoconciencia profunda, pero sabe escuchar y entender a los demás. Le cuesta aceptar el cuerpo de una mujer adulta, por lo que puede caer en la anorexia.

Y cae en peligros sin darse cuenta, lo que le lleva a pasárselo muy mal. Pero es precisamente entonces cuando descubre su mundo interno y lo poderosa que es a nivel espiritual, convirtiéndose en la “guía de las almas del submundo” es decir, de todos los procesos del subconsciente.

Para cultivar las cualidades de Perséfone, el primer paso es atribuir un valor positivo a la receptividad. Puede desarrollarse una actitud receptiva hacia otras personas escuchando lo que tienen que decir, intentando considerar las cosas desde su perspectiva y reteniéndose de emitir juicios críticos o prejuicios.
También puede desarrollarse una actitud receptiva hacia la propia psique. Un primer paso necesario es la benevolencia hacia una misma en vez de ser impaciente y autocrítica consigo misma, especialmente durante los periodos en los que una mujer siente que “está en una etapa triste”. Muchas mujeres aprenden que estos periodos pueden ser treguas que preceden al brote de actividad o creatividad, sólo después de que han aprendido a aceptarlos como una fase y no como un maleficio.

Diosas Alquímicas

En este caso solo hay un solo arquetipo que define a estas diosas: Afrodita.

Afrodita, la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor. Casada con Hefesto tuvo otros amantes, siendo Ares su favorito. Junto a sus hermanos, ocupaba un lugar en el panteón entre los doce dioses olímpicos.

Ella es el arquetipo de la diosa independiente, libre, va a por lo que ella quiere, no es víctima ni sufre por las relaciones, aunque es lo que más le importa. Disfruta de relacionarse con las personas. Gran potencia sensual y sexual, por lo que suele ser rechazada por la sociedad. Es la Diosa del Amor, y por tanto la transformadora. Es creativa en sí misma y a la vez receptiva y capaz de despertar los talentos de otras personas. Se trata de una mujer enamoradiza, a la que le apasiona agradarle a otros a costa de sus principios. Su naturaleza es sensual y domina el arte de la seducción en sus múltiples formas, por lo que es normal que aglutine a una manada de admiradores. En realidad, disfruta viendo la belleza en el mundo y en la vida y dejándose embriagar por ella.

Afrodita nos proporciona el arte de disfrutar, de entusias­marnos y enamorarnos apasionadamente de todo cuanto nos rodee; ella sabe encontrar ese punto de vida que enamora, que transfor­ma lo ordinario en extraordinario; en ello radica su poder alquímico.

Cualquier mujer que se enamore de alguien que, a su vez, está enamorado de ella, es en ese momento una personificación del arquetipo de Afrodita.
Cuando Afrodita está presente como el arquetipo principal en la personalidad de una mujer, se enamora con frecuencia y facilidad. Posee un magnetismo personal que atrae a otras personas dentro de un campo cargado eróticamente, que potencia la toma de conciencia sexual. Afrodita constituye una tremenda fuerza para el cambio. A través de ella fluye la atracción, la unión, la fertilización, la incubación y el nacimiento de una nueva vida.

El fin de este tema es crear conciencia en cada mujer para lograr identificarse y así trabajar en introspección para generar un balance. Puedes apoyarte siempre de la ayuda de un psicólogo profesional, con el trabajo personal y ¿por qué no? de la magia, para ello encontrarás veladoras intencionadas para trabajar el amor propio en mi tienda, CLICK AQUÍ.

Texto escrito por Lirio para Völva Wiccan Supplies & Handmade

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