Los 13 principios en Wicca

 

Como ya he mencionado anteriormente, en wicca tenemos una Rede el cual es un texto que nos guía en el camino de los principios que debemos poseer como practicantes wiccanos. Pero además de la Rede Wicca, existe una serie de principios que fueron establecidos por un grupo de brujos, paganos y neopaganos en 1974. Cabe destacar que esto no es una ley sino algo que entra en nuestros valores como personas y practicantes wicca, como se menciona más adelante.

Historia del Concilio de Brujas de 1974

Este concilio tuvo lugar un 14 de Abril de 1974 en St. Paul, Minesota, E.U.A., donde se proclamaron los "Principios de la Religión Wicca" en el Encuentro de Brujas.

El Consejo Americano de Brujas fue fundado en 1973, y se convocó y se disolvió en 1974, era un grupo independiente de aproximadamente setenta y tres miembros en el cual cada miembro del mismo era un practicante pagano, neopagano o de una tradición de la brujería, los miembros del Consejo se reunieron para redactar un conjunto de principios comunes.

El Consejo celebró el Encuentro de Brujas Americanas una primavera en Minneapolis, Minnesota y lo hizo desde el 11 hasta el 14 abril de 1974, para postular una síntesis del conjunto de principios que aclaren la realidad de las religiones neopaganas en América del Norte, unificando y definiendo las muchas y diferentes creencias a través de los muchos caminos y las tradiciones que prevalecen hasta ese momento en el neopaganismo, y para luchar contra la desinformación, el estigma cultural, los estereotipos y la falta de reconocimiento gubernamental.

Este consejo se reunió por iniciativa de Carl Llewellyn Weschcke, el presidente de Llewellyn Worldwide Ltd., una de las editoriales más grandes del ocultismo, neopaganismo y libros de la Nueva Era en el mundo. Estos principios, que fueron oficialmente titulados en el documento "Principios de las Creencias", (pero que también se los conoce como "Los trece principios de la creencia" o "Los trece principios de la creencia Wicca"), son todavía el apoyo de muchos grupos de brujas neopaganas y practicantes solitarios en Wicca.

La posición de las Brujas expresadas en el documento explica que las brujas modernas no están obligadas a una interpretación moderna de la evidencia histórica o cualquier jerarquía contemporánea, sino más bien con sujeción únicamente a su conexión divina inherente: "No estamos obligados por las tradiciones de otros tiempos y otras culturas y no debemos ninguna lealtad a ninguna persona o poder más grande que el manifiesto de la Divinidad a través de nuestro propio ser.".

Los participantes también expresaron su deseo de incluir a cualquier persona que desee estar afiliado a una tradición neopagana, siempre y cuando sus puntos de vista, actitudes y opiniones no se contradigan o se opongan a los de la tradición: "En aras de ser incluyente, no queremos abrirnos a nosotros mismos a la destrucción de nuestro grupo por aquellos que poseen ambiciones y sentimientos egoístas, o filosofías y prácticas contradictorias con estos principios. Al tratar de excluir a aquellos cuyas formas son contradictorias a la nuestra, no queremos negar la participación a cualquiera que está sinceramente interesado en nuestros conocimientos y creencias, sin importar su raza, color, sexo, edad, orígenes nacionales o culturales, o la preferencia sexual ".

El 14 de abril de 1974, finalmente el Consejo elaboró un conjunto de principios generales aceptables vagamente a través de las muchas tradiciones que participaban en el Consejo. Este documento, denominado Principios de la Creencia Wicca, sigue siendo importante para muchos grupos neopaganos modernos e individuos.


Los Trece Principios

  1. Nosotros practicamos los ritos para sintonizarnos con el ritmo natural de las fuerzas de la vida, marcadas por las fases de la Luna y las cuadraturas y semicuadraturas estacionales.
  2. Reconocemos que nuestra inteligencia nos hace sentir responsables hacia el medio ambiente. Buscamos vivir en la armonía con la Naturaleza, en el cumplimiento del equilibrio ecológico y con conciencia dentro de un concepto evolutivo.
  3. Reconocemos que tenemos un poder mucho mayor al de las personas comunes. Debido a que es más grande de lo normal, algunas veces es llamado sobrenatural, pero nosotros lo vemos como algo relacionado con lo que es naturalmente potencial para todos.
  4. Concebimos al Poder Creativo del universo manifestándose a través de la polaridad (masculino y femenino) y que este poder creativo está en todas las personas. No valoramos un sexo sobre el otro, sabiendo cada uno es soporte o complemento del otro. Valoramos el sexo como fuente de placer, como símbolo y encarnación de la vida y como una de las fuentes de energía usadas en la práctica mágica y el culto religioso.
  5. Reconocemos los mundos exteriores e interiores (inconsciente colectivo, los planos de poder etc.). Vemos en la interacción de estas dos dimensiones, la base para los fenómenos paranormales y ejercicios de la magia. NO privilegiamos una dimensión sobre otra, siendo ambas necesarias para alcanzar nuestros objetivos.
  6. No reconocemos ninguna jerarquía de autoridad, pero honramos a aquellos que enseñan, respetamos a aquellos que comparten su conocimiento y sabiduría, y reconocemos a los que dan de ellos mismos en la función del liderazgo.
  7. Vemos la religión, la magia y la sabiduría unidas en la perspectiva que tenemos del mundo. Esta filosofía de vida la identificamos como WICCA.
  8. No se es brujo por llamarse así, ni por acumulación de títulos, iniciaciones, ni por herencia. Un brujo busca controlar su fuerza interior de forma de poder tener una vida con sabiduría, sin tener problemas con los demás y en armonía con la naturaleza.
  9. Creemos en la afirmación y en la realización de la vida como una continuación de la evolución y el desarrollo de la conciencia, que le da significado al universo que conocemos y a nuestro papel personal dentro de él.
  10. Nuestra animosidad hacia el cristianismo u otra religión o filosofía de vida también se extiende hacia las instituciones que clamaron ser el “ÚNICO CAMINO”, buscando limitar la libertad de los otros y suprimir otras practicas religiosas y/o creencias.
  11. Los brujos norteamericanos no nos sentimos amenazados por los debates sobre la historia de la práctica de la brujería, sobre los orígenes de varios términos, o la legitimidad de varios aspectos de las diferentes religiones. Nosotros nos ocupamos de nuestro presente y nuestro futuro.
  12. No aceptamos el concepto del mal absoluto. No rendimos culto a ninguna entidad conocida como Satán o el Diablo, como los define el cristianismo. No buscamos poder, a través del sufrimiento de otros, ni buscamos un beneficio personal a costa de terceros.
  13. Trabajamos con la naturaleza porque contribuye a nuestra salud y a nuestro bienestar. No nos doblegamos ante tradiciones de otra época o de otra cultura, y no obedecemos a nada ni a nadie más que a la divinidad que se manifiesta a través de nuestros seres. Queremos aprender de todos y compartir nuestro aprendizaje pero no deseamos que la religión Wicca sea destruida por aquellos que sirven a sus propios intereses o a filosofías o prácticas que contradigan estos principios. Al querer excluir a todos aquellos cuyos caminos son contradictorios con los nuestros, no pretendemos perjudicar a aquellas personas que tienen un interés sincero por nuestras creencias, sin tener en cuenta la raza, el color de la piel, el sexo, la edad, la cultura, la nacionalidad o la preferencia sexual.

Teniendo en base estos principios, podemos comprender que todos vivimos en armonía. Trabajar cada uno de ellos es primordial y una tarea que se pone en práctica día a día.

Lirio

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